jueves, 1 de noviembre de 2012

Abuela...


Me compadezco por todo, adios y un hasta siempra, mi corazón roto se despide de ti escondiendose detras de una falsa sonrisa.

Cometí un error, no apreciarte, te perdí por mi propia estupidez, mi ingenuidad de creer que estarias a mi lado siempre, ahora, se ve reflectado en mi rostro la desilución de que esto no se así.

Ahora, sometida en una peligrosa operación, yo observo el reloj, mirando como la ajuga pequeña de los segundos se mueve lentamente.

En mi mano sujeto ese pañuelo blanco que me diste una vez ese pañuelo que llevaste el dia de tu boda.

Tu frágil sonrisa y tu decaído rostro me hace sentir impotente ante tu situación, pero en mi cerebro han quedado marcadas tus palabras NO TE RINDAS, y así yo, como tu nieta que soy, añado, NO TE RINDAS PORQUE RENDIRSE ES DE COBARDES, y yo abuela no lo soy, lucharé con todas mis fuerzas ante cualquier problema de mi vida, puede que hayas nacido bajo una mala estrella, pero tu fortaleza es tan grandiosa como tu bondad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario