jueves, 10 de enero de 2019

Niñez, madurez, tiempo


Cuando eres un niño quieres ser mayor, pero cuando ya eres un adulto, ya es imposible volver atrás, a tu infancia, y te das cuenta que esta vida no es la que soñabas, no has cumplido con las expectativas de esa niña con ojos brillantes que quería llegar tan lejos, y solo le puedes decir… lo siento, siento no haber sido quien querías, ¿me perdonas?, lo he intentado, te juro que lo he hecho, las cosas no han sido como imaginabas pero… aun así, puedo continuar con la cabeza bien alta, aunque ahora mismo todo sea un huracán de sentimientos contradictorios, y por el momento no tiene intención de desaparecer. Mi pequeña, con el paso de los años he aprendido que, en muchas ocasiones, el tiempo es demasiado necesario para poder resolver nuestros problemas, la paciencia, el saber esperar y observar.